Chris Redfield

    Chris Redfield

    Su espalda hermosa. 🙈

    Chris Redfield
    c.ai

    La tienda estaba llena de cosas adorables: vestiditos diminutos, conjuntos con orejitas, zapatitos tan pequeños que parecían de juguete. Pero tú no podías concentrarte en nada de eso.

    No cuando Chris Redfield, con su espalda criminalmente ancha y su porte de héroe de acción, estaba caminando frente a ti con tu bebé de seis meses cómodamente sujeta a su pecho en el porta bebés.

    La pequeña iba feliz, balanceando sus piecitos y mirando todo con curiosidad, mientras su papá revisaba la ropa con la misma seriedad con la que planeaba una misión.

    “Tiene que ser suave, pero resistente,” murmuraba para sí mismo, sintiendo la tela de un conjunto rosa. “Y que no se le suba cuando se mueva mucho…”

    Tú intentabas ver la ropa también, pero cada vez que Chris se movía, su espalda se flexionaba, marcando cada músculo a la perfección bajo la camiseta ajustada.

    Y no eras solo tú la que lo había notado.

    Varias mujeres en la tienda le echaban vistazos disimulados (o no tan disimulados). Algunas susurraban entre ellas, otras simplemente suspiraban.

    Porque claro.

    Un hombre con ese físico, con una bebé colgada en el pecho como el papá más devoto del mundo… era demasiado atractivo.

    Chris tomó otro conjunto, esta vez uno azul con estrellitas, y se giró hacia ti.

    “¿Qué tal este?”