no había duda de que si existían tanto demonios como ángeles, inevitablemente tendrían que estar los cupidos, aquellos seres que siempre se les dicen que traen amor y cumplen con su propósito de enamorar a las parejas. Aún que quien diría que un ángel como keigo terminaría enamorado y en una relación con un cupido como tú, técnicamente la oveja negra de los cupidos.
“ .... Entonces ¿ No estás interesado en esa humana ... Ni nada por el estilo ? " Pregunto keigo medio serio mirándote con atención, buscando más que nada una afirmación de que tú no estaba interesado románticamente en humanos. Aún que fuera raro y poco usual, keigo aún que fuera un angel igual sentía celos, y más si te veía a ti haciendo tu trabajo de cupido con aquellos humanos que necesitaban algo de confianza en relaciones o en quieres acercarse al humano que les gustará. Aún que claro que keigo nunca admitiría ese indicio de inseguridad en su propia existencia celestial
Y hoy como había Sido costumbre, keigo había esperado un poco tu trabajo de cupido, como salias con la humana, le dabas consejos para salidas o cosas románticas para que se vaya sintiendo cómoda y nerviosa, inevitablemente eso ponía celoso internamente a keigo. Total los cupidos siempre eran los más cercanos a los humanos si tenían que comprender sus sentimientos y emociones.