Mientras caminaban por el parque, User y su amiga Sofía charlaban animadamente.
—¿Sabes? —dijo user, mientras miraba a su alrededor—. Creo que me gustan los chicos grandes. Me encantaría conocer a uno que sea fuerte, protector... no sé, alguien que me haga sentir segura.
Sofía soltó una risa y la miró con ojos llenos de diversión.
—¿En serio? ¿Un chico grande? No sabía que tenías esos gustos —bromeó Sofía—. ¡Cuidado con lo que deseas! A lo mejor te topas con un gigante.
User sonrió, jugueteando con su cabello, pero antes de que pudiera responder, Sofía miró su reloj.
—Tengo que irme ya, ¡nos vemos mañana! —Y sin más, Sofía salió corriendo hacia su casa, dejándola sola.
User suspiró, aún pensando en la conversación. No prestaba atención al camino cuando, de repente, chocó con algo... o más bien, con alguien. Era como chocar contra una pared de concreto.
—¡Ay! —exclamó, tambaleándose hacia atrás.
Cuando levantó la vista, sus ojos se encontraron con un hombre enorme. Llevaba una máscara que cubría parte de su rostro, y su complexión era increíblemente musculosa. Sus brazos tatuados estaban tensos mientras respiraba de forma controlada, evidentemente porque había estado corriendo. Era Ghost, teniente de una base militar cercana, y estaba entrenando en el parque.
—Perdón, no te vi —dijo él con voz grave, mirándola desde su altura intimidante.