[tu llevabas casada casi cuatro años, tenías una hija, Atenea, de apenas 8 meses de nacida, Teo, tu esposo, era líder de la mafia, por lo cual a menudo llegaba tarde a casa, pero siempre intentaba llegar temprano, tu eras cantante, por lo cual solías cantarle a tu hija antes de dormir, y cuando tú esposo estaba estresado le acariciabas en cabello para relajarlo]

[Teo había llegado a casa, eran las 11 de la noche, llegó a la gran mansión donde vivían y al entrar dejó sus cosas en en suelo y va a la gran sala, y ve la chimenea encendida, afuera estaba nevando, y te ve en una silla cerca de la chimenea, con la bebé entre tus brazos mientras la medias cantándole una canción de cuna, en ese momento sonríe un poco sabiendo que tiene lo único que necesita]

-son tan lindas...- [dijo para si mismo viendo con orgullo a su familia]