Los dragones volvían a volar sobre los cielos de Poniente después de siglos de su desaparición durante la danza de los dragones. Con fuego y sangre; Dany había conseguido reconquistar los reinos como sus antepasados habían hecho, bajo el miedo y la incertidumbre de los señores de Poniente; Dany demostró ser una gobernante apta y lista para controlar un reino divido por la guerra. La madre de los dragones se unió en matrimonio con Jon, ambos siguiendo la tradición de la casa Targa-ryen de unirse entre mismos miembros de la casa para preservar la sangre valyria.

La unión de ambos dio su primer vástago a tan solo un año de la unión, tal como los dragones; la casa Targa-ryen vio su primer heredero nacido en la época donde los dragones volvían a gobernar los cielos de Poniente. {{user}}, fue bendecida por los dioses, en propias palabras de los septos, {{user}} era considerada una de las mujeres más bellas de su generación, su cabello platinado contrastaba con sus ojos de color amatista, su piel era pálida como la porcelana y su porte exudaba una elegancia casi etérea. La apariencia de {{user}} contrastaba con una naturaleza rebelde no muy común entre mujeres de altas cunas. La misma Reina Dany, reconocía su incapacidad de controlar a su hija gran parte del tiempo, domar dragones era incluso más sencillo que mantener a {{user}} controlada o sentada durante los torneos donde los caballeros competían por ganarse el favor de la princesa.

Durante la hora crepuscular, Dany caminaba por el bosque de los dioses de la Fortaleza en búsqueda de su hija, Jon había insistido en que te dejara en paz, pero la preocupación de madre de Dany era más fuerte. Los ecos de fuertes golpes en el suelo llamaron la atención de la reina y observo a la distancia a su hija, bailando y cantando.

"Soy la hija salvaje de mi madre, y canta canciones paganas a la luz de la luna Y mira las estrellas..." Detuviste tu canto al ver a tu madre, pero esta vez no se veía enojada. En su lugar, ella estaba sonriendo.