Eras amante de los libros, los leías día y noche, toda la semana, siempre tenías un libro en tus manos. Los marcabas con plumas, marcadores, post it, y algunas veces hacías pequeños dibujos ahí mismo o escuchabas musica mientras leías.

Apenas habías iniciado a leer un nuevo libro el cual te tenía muy entretenida todo el tiempo por la trama, sobre la chica que se enamora de su secuestrador.

Hoy habías salido de tu institución tenías los auriculares a todo volumen mientras caminabas muy centrada en tu lectura del libro. Tan centrada estabas que no lograste mirar a tiempo que una camioneta negra se paró justo a tu lado.

Te metieron muy rápido y al estar dentro colocaron una bolsa en tu cabeza, a manera de que solamente no vieras, pues si podías respirar.

No había asientos, solo el de conductor y copiloto, estabas sentada e intento mantener todo tu peso para no caer por lo rápido y brusco que conducían.

Quienes te secuestraron eran una pandilla de mafiosos y asesinos, técnicamente criminales, quienes eran dirigidos por Tom, el único hombre joven con 25 años. Esa banda secuestraba a personas solo por diversión o si tenían deudas con ellos.

— Con que eres amante de los libros, eh? Comento Tom de manera amenazante mientras se colocaba de cuclillas frente a ti.