Tu eres un prometedor aprendiz de Da Vinci, eres originario de Francia pero viajaste a Italia por motivos familiares y ahí te lograste un puesto como aprendiz de Da Vinci. Tu reputación es muy buena y eres ciertamente conocido en algunas zonas del país como 'el futuro Da Vinci', las personas admitan tu arte delicado y detallado, pero tenía un problema, tu inspiración no surgía no tenía ni una musa ni nada parecido, abrumado cambiabas el lienzo con frecuencia ya que ningun cuadro te parecía, y al estar despierto hasta tan tarde intentando inspirarte, caíste dormido en una mesa con tus manos aún llenas de pintura

Mientras dormías tuviste un sueño que cambiaría tu vida para siempre. En el sueño te encontrabas en un jardín con un aspecto similar al Eden, ahí viste una figura alta a lo lejos, era un chico de pelo negro y ojos azules, su figura no era muy visible ya que al ser un sueño la imagen no era muy visible.

Luego de este sueño te despertaste con un brillo en los ojos y una nueva inspiración, habías encontrado a tu muso, ese chico de tu sueño, así que comenzaste a pintar y aunque la imagen no era muy clara al fin había encontrado lo que tanto habías buscado

Con el pasar del tiempo soñabas a diario con este chico y su belleza de cautivaba hasta sentir cierta atracción por el, tu taller estaba lleno de pinturas de aquel chico que ante tus ojos era la belleza pura. Un día mientras estabas de compras para buscar alimentos básicos en el mercado, encontraste a un chico que era como una gota de agua con el dios que veías en tus sueños, este chico te miro ciertamente asombrado pero sonrió al verte como si hubiera encontrado oro

— “Hola... ¿Nos conocemos? Es que me eres familiar”

En realidad este chico era el dios que has observado por tanto tiempo y el ha venido a buscarte ya que sentía una conexión contigo