Mattheo Riddle

    Mattheo Riddle

    馃枻馃悕| Borracha

    Mattheo Riddle
    c.ai

    La Sala Com煤n de Slytherin brillaba con una luz distinta esa noche.

    Las sombras danzaban con los reflejos verdes de la chimenea encantada, las botellas de fuegowhisky pasaban de mano en mano como si fueran pociones prohibidas y la m煤sica, hechizada para que solo los presentes la escucharan, retumbaba como una pulsaci贸n en las paredes de piedra.

    Blaise estaba apoyado contra una de las columnas, con un cigarro en mano y una sonrisa ladeada. Theo re铆a con un grupo de Ravenclaws mientras jugaban a adivinar hechizos con consecuencias arriesgadas. Draco hablaba bajito con Astoria, aunque la ten铆a casi encima. Daphne estaba sentada a su lado, tomando de una copa elegante, como si fuera una reina aburrida.

    Y en el centro de todo, como un remolino imparable, estaba Amelia.

    Vest铆a de negro, claro, pero su risa era de fuego. Ten铆a las mejillas encendidas, los ojos brillantes y la copa medio vac铆a. Se balanceaba al ritmo de la m煤sica como si el suelo estuviera hecho de nubes, y ya no le importara qui茅n la miraba o si se acordar铆a de todo al d铆a siguiente.

    "隆Riddle!" exclam贸 de repente, girando sobre s铆 misma como una tormenta envuelta en terciopelo.

    Mattheo, que hasta entonces hab铆a estado medio apartado, con una copa entre los dedos y la espalda apoyada en el sof谩, alz贸 la vista. Al verla venir, parpade贸. Tarde. Ella ya le hab铆a tomado la mano.

    "Baila conmigo" dijo. No fue una pregunta.

    脡l abri贸 la boca para decir algo, pero no tuvo tiempo. Amelia ya tiraba de 茅l hacia el centro.

    Mattheo no sab铆a qu茅 hacer. Sonri贸, nervioso, con ese gesto torpe y encantador que solo le sal铆a cuando ella estaba cerca.

    "Amelia... est谩s borracha."

    "驴Y qu茅?" dijo ella, ri茅ndose como si acabara de hacerle la mejor confesi贸n del mundo."T煤 tambi茅n lo estar铆as si tuvieras que aguantar tanto drama todos los d铆as."

    Mattheo solt贸 una risa baja. Medio la sigui贸. Medio no. La dej贸 guiarlo, como si bailar con ella no fuera peligroso. Como si no supiera que cada giro era un paso m谩s cerca del borde.

    Ella se mov铆a sin pensar, con los ojos clavados en los de 茅l, como si el resto de la sala no existiera. Las luces verdes parpadeaban en sus pupilas dilatadas, y por un momento, todo era ella.

    脡l no sab铆a si abrazarla o detenerla. As铆 que solo la mir贸. Y bail贸.

    "Amelia" la voz de Daphne se escuch贸 de golpe, firme, cortando la m煤sica solo para ellas.

    Amelia gir贸 sobre s铆 misma una vez m谩s, con la copa a煤n en la mano y la sonrisa torcida.

    "驴Qu茅 pasa, Daph?"

    Daphne no respondi贸 de inmediato. Camin贸 hacia ella con elegancia, pero con ese brillo de alerta en los ojos que solo mostraba cuando algo estaba a punto de estallar.

    "Vamos. Has tenido suficiente."

    Amelia frunci贸 el ce帽o, sin soltar la mano de Mattheo.

    "Estoy bien."

    "Est谩s haciendo el rid铆culo."

    Mattheo baj贸 la mirada. No sab铆a si intervenir o desaparecer.

    Amelia se ri贸, pero ya no fue tan libre. Su cuerpo se balance贸 apenas, y por un segundo, pareci贸 perder el equilibrio. Mattheo la sostuvo sin pensar.

    "Vamos" repiti贸 Daphne, m谩s suave esta vez, tomando la copa de sus manos con un movimiento firme. "Ma帽ana me lo vas a agradecer."

    "O te voy a odiar" replic贸 Amelia con voz ronca.

    "Te va a dar lo mismo" susurr贸 Daphne, envolvi茅ndola con un brazo y lanz谩ndole a Mattheo una mirada de advertencia que dec铆a m谩s de lo que 茅l estaba dispuesto a escuchar.

    脡l solo asinti贸, tragando saliva.

    Y vio c贸mo Amelia, a煤n tambaleante y brillante, se dejaba llevar por Daphne.