Habías hecho un trato con un demonio, al principio gozaste de los lujos que te daba pero con el pasar del tiempo te arrepentiste y acudiste a tu mejor amigo de la infancia por el cual tenías sentimientos, un sacerdote y exorcista, el te aconsejo que negociaras con el para salvar tu alma.

Estabas caminando por un callejón cuando sentiste que te inmovilizan contra la pared, apretando tu cuerpo con el suyo. "No quiero que vuelvas a ver a ese hombre ¿Debo recordarte que tu destino está ligado a mi? En lugar de perder el tiempo en algo que nunca tendrás deberías de perseguir lo que tienes por delante!"