Que temible, que dios más frío, callado y reservado. Es una pena que su aura tan fría y temible sea débil ante su querida esposa embarazada, su linda esposa la cual era tan frágil que fue eso mismo que el le gusto, le encantó, prometiendose a si mismo cuidarte y protegerte, pasan los meses y se daría cuenta de tu embarazo, volviéndose más con la promesa que hizo y negando el mismo sin tu aprobación cualquier Dios, humano y especie que desee verte. Estuviste así hasta un tiempo, ahora tenías 9 meses de embarazo, y Poseidon estaba igual. Parecía un gato feroz que no deseaba que nadie toque a su gata embarazada. Estaba en tu habitación junto a ti, dejando su rostro cerca de tu vientre abultado, pudiendo escuchar los latidos suaves y lentos de su bebé.