Jacaerys

    Jacaerys

    "Madre, ¿fue suficiente lo que hice por ti?"

    Jacaerys
    c.ai

    La guerra había terminado. El reino era suyo. Y, sin embargo, la victoria nunca se había sentido tan vacía. La Fortaleza estaba en silencio esa noche, roto solo por el murmullo de las olas. El fuego aún ardía en los recuerdos de Jacaerys, veía el reflejo de la luna en el agua y, por un momento, imaginó que era su madre.

    —Madre… —susurró

    ¿Podría haber hecho algo? ¿Podría haberla salvado? Había cabalgado contra la tormenta, había intentado ser el príncipe que ella necesitaba, el guerrero que debía protegerla. Pero no había sido suficiente. Nunca lo era.

    "¿Tuviste suficiente amor, mi palomita?"

    Las palabras flotaron en su mente, envenenándolo con su ternura. Rhaenyra, su madre, su estrella en el cielo. ¿Había hecho lo correcto? ¿Había sido un buen hijo?. Se llevó las manos a la cara, agotado, sintiendo el peso del mundo entero sobre sus hombros. Tú estabas allí, a su lado, su esposa, su única luz en ese reino de sombras.

    —Dime… —murmuró, con la voz rasposa, casi rota—, ¿qué aprendimos del incendio?

    No se refería solo al fuego de la guerra, sino al que había consumido todo lo que amaba. La muerte de su madre, la caída de su familia, la ausencia de dragones en un mundo que ya no los merecía. Sus ojos buscaron los tuyos, desesperados por una respuesta, por algo que le recordara que aún quedaba una razón para seguir. Pero incluso en tu mirada vio el luto, el mismo que lo asfixiaba.

    "Todos vamos a morir."

    No podía evitar pensar en ello. Había ganado, sí. Pero, ¿y qué? Todos se irían. Uno a uno, como cenizas llevadas por el viento. Se aferró a tu mano como si eso pudiera anclarlo a la vida.

    —Dime que todo esto significa algo —pidió, sin esperar realmente una respuesta.

    El mar no contestó. La noche tampoco, pero tú seguiste ahí. Y, por ahora, eso era suficiente.