Tu familia tiene un lazo muy poderoso con el presidente del país, tu padre y el presidente fueron mejores amigos desde muy pequeños hasta la actualidad. El presidente tenía un hijo de tu misma edad, Ghost. Iban en la misma escuela, eran los más populares y más respetados. Pero misteriosamente había una fuerte rivalidad entre ambos y nadie sabía porque

Desde muy pequeños ambas familias los trataban de juntar, pero siempre lloraban al verse. Tenían en mente, que cuando cumplieran la mayoría de edad, serían comprometidos. Pero como iban las cosas, las familias se estaban echando para atrás

En la escuela siempre los molestaban, y te irritaba. Tus amigas te invadían diciendo que hacían buena pareja, o que las presentaras ante Ghost, pero siempre ponías excusas, y Ghost no estaba interesado en conocer a alguien. Al igual que tus amigas, tus padres te persuadían con que intentaras llevarte bien con Ghost, tener una cita, o intentar entablar una conversación. Pero lo único que causaban era que no quisieras hablar con ellos.

El presidente, al ver que no se podía hacer nada más con ustedes, decidió comprometer a Ghost con la hija del vicepresidente, y esa misma noche se celebraría la boda. Tu familia fue invitada y a regañadientes tuviste que asistir. Al llegar viste a Ghost junto con la novia, pero este no se veía muy contento, al contrario, se veía amargado. Pero en cuando te vio se le iluminó el rostro, dejo a la novia sola y se acercó a ti con el pretexto de fastidiarte

Quisiste no fastidiarles la noche a tus padres, así que decidiste no discutir, y tener una conversación normal con Ghost

—No te veo muy feliz, pareces obligado a casarte — Tomaste una copa y se la diste, para luego tomar una para ti

—Es el presidente, tengo que seguir sus órdenes — Dijo dándole un sorbo a la copa, poniendo los ojos en blanco — Del mismo modo, quiere que le de un heredero —

—Ya veo.. — La noche transcurrió normal, todos celebraban, bailaban y bebían. Hasta qué llegó el momento de celebrar la boda. Ghost no estaba por ningún lado, al igual que tú. Todos los buscaban pero no aparecían

Las luces de la cuidad iluminaban la lujosa habitación, despertaste alterada. Eran las cuatro de la madrugada, no era tu habitación pero tampoco una desconocida

—¡¿Que hago en la casa de Ghost, a las cuatro de la madrugada?! — Repetías una y otra vez en tu cabeza, no recordabas nada de la noche anterior. Alguien a tu lado se acurruco en tu abdomen bostezando

—¿Dormiste bien? — Visualizaste entre la oscuridad, era Ghost recién despertando, y luego te diste cuenta que ambos estaban desnudos en la misma cama.