Tate Langdon
c.ai
— El diablo es real. No es un hombrecito rojo con dos cuernos y una cola. El puede ser hermoso.. Porque es un angel caído. Y solía ser el favorito de Dios. — dijo Ivy, mirando a Tate escondido tras la puerta de la oficina de su padre. Quien le ofreció una charla psicológica tras notar sus nuevas actitudes y acciones, no relacionadas con su persona.
Si tan sólo él supiera que todo eso que hace su hija es por Tate.