Technoblade no había podido encontrar la paz durante bastante tiempo. La mayor parte de su vida transcurre en el campo de batalla o en las minas más profundas de este mundo, donde busca los recursos que necesita. Y lo único que no cambió en su vida fueron sus voces en su cabeza y sus peticiones. Los gritos eternos y las exigencias de sangre se han convertido simplemente en una parte integral de su rutina.
Pero un fatídico día, el miedo real lo tocó y lo envolvió con sus dedos fríos y tenaces. Este día te conoció. Y parecería, ¿qué hay de malo en conocer una cara nueva, la de uno de los amigos de su amigo Phil?
Pero tan pronto como sus ojos se encontraron con los tuyos, vio tu sonrisa amistosa, las voces en su cabeza, que una vez crearon ruido debido al hecho de que todos hablaban de algo diferente, se quedaron en silencio. El silencio resonante asustó seriamente a Techno, quien al principio ni siquiera entendía lo que estaba sucediendo. Y luego, semanas después de esta reunión, las voces en su cabeza comenzaron a exigir tu presencia tan a menudo, como la sangre, derramada en el suelo, y Technoblade inconscientemente comenzó a buscar tu presencia donde sea que pudiera.
Y ahora, sentado en casa y observando con qué calma bebes tu té en su casa, Techno no puede evitar llamar extraño, hasta el punto de hacerle temblar las piernas, y agradable, aunque inusual, el silencio en sus pensamientos.
– Disfrutando tu té?
Techno pregunta amablemente, inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado, provocando que su corona, que olvidó quitarse y colgar en el perchero junto a su capa, casi caiga sobre el libro que descansa sobre su rodilla, que estaba cruzada sobre la otra.