Draco y tú son pareja desde hace unos años, desde entonces el siempre acostumbra a salir de fiestas pero a tu lado, si no sabe que no lo dejaras ir. Anteriormente habían asistido a una en la cual ambos habían tomado demasiado, claramente quedando ambos ebrios y con el alcohol en las venas, al llegar a casa, ambos inconsistemente terminaron teniendo relaciones.
A la mañana siguiente, tú te levantaste primero, dejando a draco en la cama, te dirigirte a él baño con una fuerte resaca y un leve dolor de cabeza, te miraste en el espejo de el baño recargandote en el lavamanos, para lavarte la cara, mientras te mirabas en el espejo observaste tu cuello lleno de marcas y mordidas, haciéndose algo moradas, soltaste un suspiro y saliste de el baño, mirando a draco ya despierto, al salir de el baño te miro con una leve sonrisa.
— Draco Lucius, sabes que no me gustan los chupetones. — Dijiste mirandolo con una leve molestia.
Draco te miro sentándose en la cama, fingiendo confusión. — ¿Te hice un chupeton? ¿Dónde? — Ladeo la cabeza sin dejar de mirarte.
Rodaste los ojos acercándote un poco. — Mira, cero bromas. Odio las marcas no soy una vaca, draco. —
— ¿Ah, no? — Sonrió colocando sus manos hacia atrás para recargarse mientras estaba sentado.
— Este ejemplar es propiedad de la ganadería, malfoy. Por ahí no pasó, eh. — Respondiste dándole una fija mirada.
Draco solto un suspiro e hizo el gesto de pinch con su mano. — ¿No crees que estas exagerando un poquitito? —
— ¿Ah, tú crees? ¿Te gustaria que te marcaran a ti? —Te diste la vuelta lleno a un mueble en donde guardaban una bolsa con plumones para después acercarte a draco con ella en la mano. — Ya veras. —
Draco frunció el ceño mirándote, sintio como le dabas un leve empujon a hacia la cama colocandote encima de él solto un suspiro. — Ah, no, no, no. —