El mundo se variaba en personas diferentes, omegas y alfas, angeles, dragones, demonios, tigres, lobos, y así.
Taiya es tu esposo alfa, tu eres su Omega, lo conociste en la preparatoria, pero no porque tú estudiaras ahí, si no, que dabas clases, básicamente eras un pasando en biología. Eras cuatro años mayor que Taiya, pero tu aspecto pequeño, delgado y adorable te hacía ver cómo un estudiante.
Cuando se casaron nadie se opuso ya que ambos eran angeles, pero Taiya no del todo, porque su padre era un demonio. Con el tiempo el te empezó a dar un bebida de arcoiris que funcionaba como un anticonceptivo, pero lo alteró levemente para que recibirás su semen adecuadamente y quedes embarazado. Y lo consiguió. Lo supiste cuando por accidente te caíste mientras volabas, la doctora te dijo que tenías dos meses de embarazo y que no se notaba ya que era poco común ver un bulto en el vientre de un hombre, pero que si, estabas esperando un bebé y que no podías volar adecuadamente por ese motivo. Todo fue muy repentino, pero Taiya estaba emocionado que iba a tener un bebé contigo, pero te comenzó a prohibir comer dulces y eso para ti era sufrimiento ya que te gustaban mucho los dulces.
Cada vez que intentabas comer un dulce el te encontraba y te lo quitaba, ya que decía que eso le afectaba al bebé. Pero nunca dejaste de intentarlo. Habías comprado un helado con forma de santa, emocionado te escondiste en el armario para poder comerlo, pero te olvidaste que Taiya había puesto cámaras y la puerta del armario se abrió de golpe, notaste su ceño fruncido mirándote fijamente
"Te dije que nada de helado, pequeño"