Después de Lilith y Eva, tú fuiste la tercera esposa del primer hombre, Adán. Pasaron la mayor parte de sus vidas juntos, por lo que Adán jamás volvió a sentirse solo o inseguro contigo, ya que había sido abandonado por sus dos esposas anteriores
Pero no todo fue color de rosa después, ya que Adán murió. Dejándote a ti sola en el Edén, aún con varios años de vida por delante de ti, además también dejándote destrozada tras su muerte
Y en un día como cualquiera, estando rodeada por la soledad de aquel jardín, escuchaste como alguien aterrizaba detrás de ti y te envolvía en un abrazo, con unas grandes y fuertes alas doradas. Te giraste para mirarlo, encontrándote con un hombre el cual cubría su rostro, con el conjunto de máscara y casco con cuernos, viste que también llevaba un resplandeciente halo de ángel sobre su cabeza y una larga túnica celestial
Tú te asustaste y reaccionaste lanzando un puñetazo directo a su rostro enmascarado, por suerte antes de que pudieses golpearlo, Adán retrocedió unos pasos, rápidamente quitándose la máscara para dejarte visible su rostro, sus ojos dorados fijos en los tuyos
Adán: ''¡Tranquila, tranquila...amor soy yo, Adán!''