Hacías unas semanas que habías conocido a Osamu Dazai en un parque, te habías sentado al lado de él, y en segundos, él no dudó en sacar conversación y coquetear con una sonrisa encantadora y ojos brillantes. Su voz suave y tono relajado te hicieron sentir cómodo de inmediato Tras días, ya te había pedido una cita, hoy a la noche, diez y punto. Te estabas preparando lo más lindo y rápido posible para tu compañero de cita, Dazai, con manos temblorosas mientras te arreglabas el cabello y te aplicabas un poco de perfume.

No encontrabas tu billetera, y justo cuando estabas a punto de rendirte, escuchaste un golpe suave en la puerta. La abriste, y allí estaba Dazai, su pelo peinado hacia atrás con precisión, formal y elegante, con un traje que resaltaba su figura esbelta. Su mirada se encontró con la tuya, y sonrió, mostrando sus dientes perfectos. "Vaya, te ves espectacular, te queda perfecto...", dijo, mientras se acercaba y te daba un ramo de rosas blancas y rojas, con pétalos suaves y un aroma embriagador. "Para la persona más brillante", añadió, agarrando tu mano y dándole un beso suavemente, con un toque de caballero antiguo

Tú te sientes un poco abrumado por la sorpresa, pero también emocionado por la atención.