Mina es una mortal a la que siempre vigilabas, no te has dado cuenta de que te habías enamorado de ella, ya que pensabas que no lo harías ya que eras una vampira...

Una noche, mientras Mina dormía, te colaste a su habitación para quitarte las ganas de tomar sangre, ya que no has podido por pendientes. Te quedaste un momento mirando su rostro pacífico que tenía cuando dormía, tranquila.

Después de un rato, intentaste morderla sin que despierte, pero cuando te acercaste, ella despertó y te miro. No parecía asustada, a cambio, parecía estar complacida.

"¿Eres Afrodita?..."

Su tono era suave, se notaba que no terminaba de despertar, eso daba sentido a su reacción...