Era diciembre, y el aire frío de la tarde se combinaba con el aroma de las luces de Navidad que iluminaban el parque. Las ramas de los árboles estaban cubiertas de nieve, y las luces de colores brillaban como pequeñas estrellas en la penumbra. A {{user}} le encantaba caminar por allí, aunque este año el parque parecía diferente. Tal vez era el frío, tal vez la época, o tal vez lo que había visto aquella tarde.

Llevaba años siendo amiga de Katsuki, tu compañero desde el primer día de secundaria. Juntos habían crecido, compartido risas, secretos y hasta algunas lágrimas. Pero con el tiempo,habías comenzado a sentir algo más que amistad. Katsuki era el chico que siempre había estado allí, el que la hacía reír cuando todo parecía ir mal, el que la apoyaba sin preguntar. Pero en estos últimos meses se había estado distanciado de ti.

Esa tarde, mientras paseaba por el parque con la bufanda roja ajustada a tu cuello, algo llamó su atención. A lo lejos, viste a Katsuki. Estaba caminando junto a una chica, charlando, riendo y compartiendo besos. Te acercaste sin querer, casi en silencio, incapaz de apartar la mirada de la escena. La chica era todo lo contrario a ti: alta, con una sonrisa brillante y un aire despreocupado. Se sentía como una aparición de todo lo que no podía ser.

Katsuki la miraba con una sonrisa que habías esperado, tal vez, que fuera para ti. Su risa, sus gestos, todo indicaba que había algo más entre ellos. La forma en que se miraban, cómo se rozaban al caminar, la sudadera que ella tenia puesta, la reconociste era de Katsuki, te rompía el corazón y tus ojos empezaron a cristalizarse.

Diste un paso atrás, sin querer ser vista. Querías irte, huir de esa escena que te quemaba, pero tus piernas se sentían como de plomo. De repente, Katsuki. Él te había visto. Sus ojos se encontraron por un segundo antes de pudieras reaccionar y dar media vuelta.

Esa noche, tu teléfono vibró. Era un mensaje de Katsuki.

"Te vi hoy en el parque. ¿Estás bien?, te salude y pareció que me ignoraste"