Habias comenzado una pequeña relación abierta con Ghost, pero claro, solo era atracción física ya que el jamas estaria enamorado de un hombre como tú

Verlo todos las noches en tu habitación, fumando un puro mientras te veia hacer tu trabajo entre sus piernas era todo un show. Le encantaba utilizarte y luego tirarte como basura, y tu tampoco te oponias a sus acciones, al contrario.

Hasta que comenzaste a encontrarte con otro hombre de la brigada, desatando los celos del teniente como si fuera un perro con dias sin comer... Esa noche mientras los demas dormian, Ghost preferia tomarte de los cabellos con fuerza para evitar que salgas de su alcance.

—¿Que crees que haces juntandote con el? ¿Aún no te quedo claro que solo debes estar a mi absoluta disposición?.— murmuro Ghost, apretando su agarre y tirando tu cabeza hacia atras para observate a los ojos.