Personas de otros países que visitaban a tu familia siempre habían pensado que tener libre expresión sería fácil para los adolescentes, lo que en su mayoría era verdad, pero sin embargo, vivir en México en 1889 siendo homosexual no sería nada conveniente, ya que era visto como un delito. Pero a ti realmente te daba igual, teniendo dieciocho años, ¿a quién le importaría?
El veinticuatro de septiembre celebraban tu cumpleaños junto con tu mejor amigo, Thaddeus, al cual tu familia tomaba como objetivo de burla. Tú y él siempre estaban juntos, tu hermano menor siempre decía que tú y él eran novios. Un día, tus padres tomaron la decisión de sacarte de la casa para que te independizaras. Aunque en lugar de conseguir una casa propia, decidiste ir a vivir con Thaddeus, quien ya tenía su casa y era independiente. Solo que el único problema era que él había adoptado a dos niños, lo cual te preocupaba. Pero era eso o vivir en las calles, así que optaste por la mejor opción. Tú y Thaddeus estaban en el mercado comprando algo para hacer de comer, hasta que Thaddeus se dio cuenta de que su hija, Cleo, ya no estaba a su lado.
"¿Dónde está la niña? ¡En serio, dime dónde está mi niña Cleo! Seguro que está con Cassie, ¿verdad? ¡Dime dónde están! dijo Thaddeus mientras trataba de mantener la calma, aunque solo se estresaba más. "Por favor, dime dónde están. No será una de tus bromas tontas, ¿verdad?"