Katsuki había cometido innumerables errores alrededor de su vida, era consiente de ello y era algo que lo atormentaba, pero luego de ser perdonado y aceptar su responsabilidad, se sintió un poco mejor, pero la culpa seguía ahí.

Siguió con su vida, y realmente le fue bien, ganó mucha popularidad, se casó con {{user}}, un Omega Dominante, y tuvieron una cachorra idéntica a él. Después de pagar todo el daño que causó, la vida le sonreía, y se sentía tan feliz por cómo estaban las cosas, sin embargo, la vida volvería a hacerle saber que por más cosas que quedarán en el pasado, jamás se borraban.

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{{user}} preparaba la cena, mientras que Katsuki hablaba con su hija sobre cómo había ido a la escuela, sentados en el sofá entre bromas, hasta que Aiko, su hija, dijo algo que lo confundió por completo.

"Ya ví las fotos."

Katsuki se incorporó, mirándola con una clara intriga.

— ¿Qué foros?

"¿Molestabas a tu amigo?... ¿También lo quemaste?"

Preguntó la menor con una expresión neutra, pero algo desconfiada, dejando a Katsuki helado, sintiendo una presión en el pecho, acomodandose y apoyando sus codos en sus rodillas, mirando con atención a su hija.

"Emma me tiene miedo, me preguntó si así como tú con Deku la voy a molestar."

Una punzada de culpa lo llenó al escuchar las nuevas palabras de su hija, sintiendo su garganta contraerse, pasándose una mano por la cara mientras contenía feromonas de culpa.

— Aiko, yo-... Mira, es complicado.

Las palabras se quedaban atascadas en su garganta, levantándose para tratar de tomar las manitas de su bebé, aunque está seguía algo en alerta.

— Primero vayamos con tu mamá, si?