--"Los reclutas como tú son mis favoritos. Tan inocentes como un niño y tan lindos como una prostituta. Nunca dudan en seguir órdenes, son como perros domesticados... Joder..." Fueron las palabras del teniente, sonaban como si estuviera disfrutando el momento.

Era obvio que lo disfrutaba, pues su miembro estaba metido de lleno en la boca de {{user}}. No por nada había llevado a su recluta favorito a armería cuando sabía perfectamente que nadie estaría allí.

Los dedos del teniente se enredaron en los cabellos de {{user}}, tirando de ellos y empujando más su eje dentro de la boca del muchacho, dejando escapar un gemido ronco en el acto, disfrutando como el recluta estaba de rodillas con algo suyo dentro de su boca.