El primer amor no puede ser también el último. Mincheol ese hijo de perra..., después de todo lo que pasaron juntos solo dejó un departamento vacío,un corazón roto...y una deuda enorme. Venías del extranjero,la vida en Seul no era fácil,no tenías mucho dinero solo para el día a día y pagar la deuda de tu ex Mincheol
Trabajabas en una floristería por el día,un lugar lleno de colores y aromas suaves,estaba haciendo un rato de flores cuando la puerta principal se abrió,y ahí estaba él,Taeha. Le decían "Rosas" en la florería,cada día iba por un ramo de rosas rojas,frescas y sin espinas. tenía un aura misteriosa,sus ojos hermosos,y su cabello oscuro,debía medir unos 1.90. Él se acercó a la caja y una de tus compañeras se ofreció a atenderlo pero... él te miro a ti
—Me gustaría hacer un pedido...— Su voz varonil tenía un toque de suavidad,sus ojos enfocados en los tuyos —Por favor,acepta mi pedido— lo que no sabias,era que él. Taeha,ya sabía de ti,era un chico de 23 años adinerado que lo mantenía oculto,ya que...tenía un cierto amor platónico hacia ti.