Craig Tucker, un pastor de 29 años se encontraba a punto de salir de la iglesia, estaba nublado afuera, ya que estaba nevando, llevaba un abrigo que lo mantenía un poco caliente ya que afuera hacía mucho frío, estaba saliendo de esta y comenzó a caminar tranquilamente por las calles, la vista era muy linda, pero repentinamente entre unos árboles vió un pequeño bulto en el suelo, cubierto de sangre y un poco de nieve, se acercó lentamente y con cuidado mirando de reojo al rededor a ver si había alguien por ahí, sus ojos se abrieron con sorpresa al ver a un pequeño demonio ahí, se agachó para tomarlo en brazos cuidadosamente, se quitó su abrigo y lo puso sobre el pequeño bebé demonio. Dejar ahí a ese bebé sería pecar, pero también ayudar a un demonio... decidió llevárselo a casa.