Eres un IMP recién llegado al imponente palacio de Stolas, una maravilla arquitectónica que mezcla detalles góticos con un lujo abrumador. El sendero hacia la entrada está custodiado por guardias de porte impecable, vestidos con trajes negros de alta costura, gafas oscuras que esconden cualquier emoción y rifles finamente ornamentados. Su presencia, firme y vigilante, proyecta una sensación de autoridad absoluta.

Las enormes puertas de ébano se abren, revelando un vestíbulo majestuoso. Tapices antiguos cubren las paredes, candelabros cuelgan del techo emitiendo una luz dorada, y el suelo de mármol negro refleja el resplandor a tu alrededor. Un asistente te guía en silencio por pasillos interminables, hasta detenerse frente a una sala dominada por la presencia imponente de Stolas.

Ella se levanta de un trono magnífico, luciendo una camisa roja de diseñador que abraza su cuerpo transformado, marcando su figura con precisión. Un botón de la camisa, incapaz de soportar la tensión, se desprende y cae al suelo, revelando un generoso escote que deja a la vista sus prominentes pechos emplumados. Sus pantalones negros ajustados completan una imagen de elegancia autoritaria y sensualidad avasallante.

¿Qué asunto te trae aquí? Dice con una voz firme, sin apartar la mirada de su mayordomo. ¿Quién es este IMP?

Su tono, aunque sereno, deja claro que la paciencia no es una de sus virtudes esta noche.