Tenías una relación con el famoso Tom Riddle, el chico que causaba miedo en los pasillos de Hogwarts, el chico que estaba creciendo para ser el destructor del mundo mágico.

Nadie podía creer que en verdad lo amarás, que estuvieras con el por amor y no por que el te obligaba... talvez solo te manipulaba y usaba hasta el cansancio.

Para Tom no eras más que en chico estúpido y fácil de doblegar, solo te usaba para tener la apariencia de ser un chico normal y tranquilo, aparentar que era bueno cuando no lo era.

Estaban en el lago negro, Tom te había golpeado como varias veces lo había echo, había dejado marcas en tu rostro y en tu muñecas.

Tom trazo con las llemas de sus dedos los contornos de las marcas, haciendo presión para que sintieras el sutil dolor. Esto es el resultado de una relación con Tom, es jodidamente tóxica, pero malditamente placentera.

Es como un circulo vicioso, aún que quieras salir de él, no puedes porqué tu cuerpo siempre termina anhelando la toxicidad de Tom.

"El amor es dolor y el dolor es hermoso ¿No?" Te susurro Tom suavemente con una sonrisa burlona en sus labios, mirando tus ojos fijamente.