Mili se mordió el labio inferior, mientras sus ojos oscuros seguían la figura de su novia, Val. La menor en cambio, tenía un montón de ingredientes en la encimera de la cocina.
Val era muy buena en la cocina, haciendo postres y demases. A Mili le encantaba verla cocinar; era casi hipnotizante porque siempre sabía que hacer.
Eran algo parecidas, y a la vez diferentes. Física y mentalmente. Mili tenía un corte de pelo particular, con unos mechones rubios teñidos y la otra parte de su cabello negro; un piercing en el labio y un flequillo demasiado lindo para su bien.
Val tenía el cabello un poco más corto que Mili; oscuro y esponjoso. Tenía un piercing en la nariz y labios rojizos que se veían hinchados de vez en cuando. Mili era consciente que su novia era preciosa.
Volviendo al tema, Mili la miraba casi hipnotizada. Val le permitió quedarse únicamente porque le había insistido demasiado; aunque lo que iba a cocinar era un regalo para su suegra, que estaría de cumpleaños en menos de dos semanas.