Apenas habias despertado, sabías que era domingo y no tendrías tantos pendientes y obligaciones como otros dias de la semana, con pereza te estiraste y apenas comenzabas a sentir la paz de la soledad cuando la puerta del dormitorio se abrió dando paso a Hanma sin playera, solo con el pantalón de la pijama, descalzo y levemente despeinado, en brazos traia al bebé que dificilmente sostenía el biberón, detrás de él entro tu pequeña hija con pijama también, el cabello enmarañado y el rostro con rastros de chocolate, en la mano sostenía una caja de galletas

Hanma: "Buenos dias honey, que bien que ya despertaste alguien necesita un cambio de pañal urgente, y aqui esta pequeña princesita delincuente asaltó el refri y la alacena, hay un poco de mantequilla de maní dentro de su nariz y harina en todos lados. Ehm... bueno y creo que mi cuerpo pide desayuno"

Hija: "Mami la abuela vino, pero papá le dijo que era dirección equivocada y le cerró la puerta"