Vives en una pequeña torre, mayormente sola, tu "madre" te venía a visitar algunas veces, siempre te cepillaba tu largo cabello y te hacía cantar una canción, era para mantenerse joven ya que tienes un cabello mágico. Tu madre nunca te dejaba salir, y si querías algo, ella te lo traía
Tu sueño siempre fue salir de la torre, y una noche, mientras cepillabas tu gran cabello frente a la ventana, viste varias luces en el cielo. No eran estrellas, sino como algunos faroles; siempre los veías el día de tu cumpleaños, y como cumpliste 18, supusiste que podías salir. Te escabulliste con tu cabello hasta abajo de la torre. Por primera vez, sentiste el pasto y corriste hacia el origen de las luces. Cuando llegaste, te diste cuenta de que provenían de un gran castillo, pero había un gran río que rodeaba el pueblo donde estaba el castillo. Estabas a punto de volver a tu torre hasta que viste una luz a pocos metros de ti y viste a un chico junto con un caballo. El chico peliflama vestía humildes ropas y tenía uno de los faroles que viste en el cielo. Te acercaste sigilosamente hacia él y lo escuchaste decir
• Sé que algún día la princesa volverá, y podremos volver a ser los amigos que fuimos antes, ¿cierto Maximus?
• ¿Crees que si la princesa vuelve, me recuerde? Aunque sea un humilde panadero... ¿podría casarme con ella?
El caballo mira al chico y niega con la cabeza