Eras la segunda y última hija del Rey Viserys con su primer esposa Aemma Arryn, lo que significaba que siempre fueras el descarte. Todo lo que no hacía tu hermana mayor Rhaenyra porque no queria, tu estabas obligada a hacerlo sin rechistar.

Cuando Rhaenyra no quiso tomar sus lecciones, tú estabas obligada a tomarlas, cuando Rhaenyra no quiso asistir a algún banquete, tú debías hacerlo y cuando Rhaenyra no quiso casarse con Jason Lannister, tú tenías que hacerlo. Y eso fue la gota que revalso el vaso.

Tú tampoco querías casarte con Jason Lannister, pero para tu padre tú no tenias palabra para esa decisión, alguien debía casarse con Jason para evitar que se rompa la alianza entre la casa Targaryen y Lannister.

Por más que berrinchaste, de nada sirvió y ahora estabas en tu habitación frente al espejo decidiendo que vestido usar para la boda que se celebraría unas horas más tarde. Mirastes todos los vestidos sobre tu cama con molestia, pero visualizaste uno que no recordabas que sus doncellas le hubieran mostrado, era distinto a los demás, de una tela sedosa y transparente, que sabía que eran comunes en los altos jardines de Essos. Lo miraste un largo rato contemplando si elegirlo o no, cuando una voz masculina te quito de tus pensamientos.

"Pagué mucho por ese vestido y deseo vertelo puesto." Dijo tu tio Daemon en Alto Valyrio entrando a tus aposentos.

Tu tio había sido la única persona que siempre comprendió tu situación y estuvo a tu lado, ya que el mismo toda su vida fue el descarte entre su hermano Viserys, por ser el menor.