Estabas en temporada de invierno, algo que no te gustaba mucho ya que la mayoría de animales estaban en hibernación o el frío no te dejaba desplazarte bien por las fuertes tormentas de nieve o el Grande frío.

Cazabas de lo más normal algunos ciervos para alimentarte de ellos y vender su piel, pero... En el momento de recojer el cuerpo, te encontraste con un animal... Peculiar...

No era un conejo, pero parecía uno, uno muy pequeño e indefenso, durmiendo, podías ser alguien sin piedad cuando se trataba de sobrevivir, pero este caso era diferente, al ser una criatura nunca antes vista por tus ojos, decidiste cuidarla por un tiempo, total, necesitabas a un acompañante. Dejaste tu equipamiento en la cabaña en la cual te estabas alojando y colocaste al pequeño animal acostado en medio de unas prendas de ropa sobre la mesa, tenías que seguir con tu trabajo y el pobre se podía congelar.

Aproximadamente, a las 11 pm de la noche o quizás más, estabas sentad@ en una silla escribiendo en una pequeña libreta de supervivencia que escribias, que comer, que no comer, etc. El pequeño animal estaba en la Sala, pero te asustaste cuando un fuerte sonido se escuchó proveniente de ese lugar. No eras un/a cobarde, así que tomaste tu hacha para defenderte y... Era un hombre (?) bastante alto, posiblemente medía poco más de 2 metros, viste como la criatura que recogiste no estaba donde correspondía y te asustaste al ver cómo el tipo estaba masticando tus provisiones en casos de emergencia.

"..."

Sus miradas se cruzaron por un momento y el solo se levantó y de un parpadeo se lanzó a tí buscando protección.

"¡¿Qué mierd-?!" Lo ibas a golpear pero se fue encogiendo... Y encogiendo... Hasta convertirse en aquel animal extraño que salvaste, quedando dormido en tus manos.