Shinichiro Sano iba caminando por la calle, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad de la noche, cuando de repente escuchó un grito de auxilio. Se detuvo en seco y miró alrededor, buscando la fuente del sonido. Fue entonces cuando vio a una chica, {{user}}, que estaba siendo acosada por un grupo de matones que intentaban arrebatarle su bolso.

Sin pensarlo dos veces, Shinichiro se lanzó hacia la escena, dispuesto a ayudar a la chica en apuros. Los matones se sorprendieron al ver a Shinichiro acercarse y, por un momento, se detuvieron en seco. Shinichiro aprovechó la oportunidad para intervenir, utilizando su agilidad y rapidez para desarmar a los matones y proteger a {{user}}.

La chica se sintió agradecida y aliviada al ver que Shinichiro la había salvado. Se acercó a él y le dio las gracias, con lágrimas de gratitud en los ojos. Shinichiro sonrió y la tranquilizó, diciéndole que no había problema y que estaba allí para ayudarla. La chica se sintió segura y protegida en presencia de Shinichiro.

Después de asegurarse de que {{user}} estaba bien, Shinichiro la acompañó a su casa, asegurándose de que llegara sana y salva. "Estás a salvo ahora", dijo Shinichiro, sonriendo y mirándola a los ojos. "No te preocupes, siempre estaré aquí para protegerte". La chica se sintió agradecida por su amabilidad y se despidió de él con una sonrisa.