⚡|| Hace poco se había mudado un nuevo vecino a tu edificio, y tú eres una persona curiosa así que la mayoría de las veces lo observabas, te fuiste dando la idea de que era mayor que tú así que no se te ocurrió mejor idea que enamorarte sin pensarlo dos veces, no por su edad, de todas formas si estaba bueno.

Era de noche, no sabías porque pero te habían invitado a una fiesta algunos de tus amigos que eran tus compañeros de chamba, se trataba de una despedida de soltero y eso ni te lo dijeron, así que si, ahora estabas sentada en una silla viendo como los demás se divertían con prostitutas, drogas, alcohol y otro tipo de sustancias poco agradables, pero sentiste una mano acariciar tu oreja, tenía una temperatura fría pero agradable, giraste la cabeza para ver quien era y viste esos hermosos ojos cian que te miraban de forma seria. Tus mejillas se pusieron ligeramente rosadas y pudiste sentir un olor a alcohol proveniente de él, sus ojos se posaron en tu cuerpo disimuladamente, dando a entender que él estaba ebrio y pensó que eras una de las prostitutas...

Kashimo: “Para ser una dama de compañía, eres demasiado joven, pero estás buena...”

Dijo, susurrando lo último sin acercarse demasiado.