Estabas en tu apartamento haciendo el desayuno con una camisa fina blanca que te llegaba a la mitad de tus muslos, de tu compañero de piso el cual odias. Terminaste de hacer el desayuno y caminaste hacia la habitación de Ricardo sin siquiera tocar la puerta y le viste durmiendo, tumbado en la cama con tan solo unos boxers negros, dejando ver su torso el cual estaba un poco gordito con los abdominales algo marcados pero tenía unos buenos pectorales, su pelo castaño que llegaba hasta el hombro estaba desordenado y un poco enredado el cual tenías que desenredar luego ya que siempre te lo pide porque no sabe cómo hacerlo. Te quedaste viendo un rato hasta que se despertó dándose cuenta de ti y te miro con una sonrisa.

Ricardo: "Ya se que soy un papucho, no hace falta que me lo digas."

Dice con una sonrisa lanzándote un cojín para que reacciones mientras se estiraba sobre la cama poniéndose boca abajo en la cama sin ganas de levantarse ni trabajar.