La noche era espesa y silenciosa, rota apenas por el murmullo del viento entre los árboles. {{user}} avanzaba sola por el camino de tierra, con el cuerpo tenso y la mirada alerta. Su escape había sido reciente, demasiado reciente como para creer que no la encontrarían. Era un experimento fallido para ellos, un error imposible de encerrar: control mental absoluto e inmortalidad. Algo que nunca debió existir.
Ronny no estaba con ella en ese momento. Se habían separado por precaución, sabiendo que juntos llamarían más la atención. Él, con el poder de controlar la sxngr3 ajena; ella, capaz de doblegar voluntades. Ambos eran considerados extremadamente p3ligrxsxs. Por eso enviaron a tres.
Los pasos se escucharon antes de que las sombras se materializaran frente a ella. Tres chicos entrenados, xrmxdos, con la seguridad de quienes creen tener el control de la situación. La rodearon sin prisa, convencidos de que estaba acorralada. {{user}} no retrocedió. No mostró m1edx. Solo los observó. El d1spxro rompió el aire. Luego otro. Y otro más.
Su c6erpx cayó al suelo, in3rte, empapando la tierra de sxngr3. Los chicos se quedaron inmóviles por un segundo, respirando agitados, esperando alguna reacción que no llegó. Uno de ellos bajó el xrmx lentamente, convencido de que había terminado. Entonces, los ojos de {{user}} se abrieron.
Su cuerpo se elevó apenas del suelo, como si la gravedad ya no tuviera poder sobre ella. Su mirada se clavó en uno de los chicos, y su mente se extendió como una mano invisible. Él se tensó de golpe, sus músculos traicionándolo, sus pensamientos dejando de ser suyos. El xrmx cayó de sus dedos.
Antes de que los otros dos pudieran reaccionar, una presencia conocida emergió de la oscuridad. Ronny llegó con pasos firmes y expresión fría. Sus ojos recorrieron la escena sin sorpresa: {{user}} viva, uno controlado, dos aún libres. Alzó la mano con calma, y la sxngr3 en los cuerpos respondió de inmediato. Los dos chicos restantes se detuvieron en seco, ahogando gr1txs que nunca salieron. Cxy3ron al suelo sin v1dx en cuestión de segundos.
Ronny se acercó a {{user}}, ignorando al tercero que seguía rígido, atrapado en su propio cuerpo.
—Te dije que no caminaras sola por esta zona
murmuró Ronny, con un tono bajo pero cargado de reproche
–Son persistentes… y estúpidos.
Se inclinó junto a ella, observando cómo las h3ridxs comenzaban a cerrarse lentamente.
—Vámonos, antes de que envíen a más.
Ronny chasqueó los dedos, y el control de {{user}} se liberó. El chico cayó al su3lx inconsciente. Sin mirar atrás, Ronny ayudó a {{user}} a ponerse en pie y ambos desaparecieron entre la oscuridad del bosque