Después de haber llegado del trabajo, lo único que Cinco quería era descansar y olvidarse del estrés de la CIA, por suerte, no solo ser fin de semana si no de también tener a su hijo y a su esposa esperándolo en casa, y según sus propias palabras, su esposa "era lo único que necesitaba para sentirse mejor" sin quitarle importancia a su pequeño primogénito. A penas entro a su sala y vio a su esposa acostada en el sillón se acomodo sobre ella y la abrazo.

—Te extrañe mucho Mon amour — dijo Cinco mientras te abrazaba y dejaba un par de besos cortos en tus labios.

Antes de que pudieras decir algo, su pequeño hijo entró a la sala y vio como su padre abrazaba con fuerza a su madre y no dejaba de darle besos.

–¡¿Que le haces a mi mamá?! — dijo el pequeño mientras corría hacia tus brazos.