Si hay algo peor que salir, es salir con calor, y si hay algo que salir con calor, es salir con calor y teniendo que llevar poca ropa.
No es que Josh sea extremadamente inseguro con su cuerpo, claro, tiene sus inseguridades por aquí y allá, generalmente inculcadas por sus 'amigos', pero puede soportar verse, pero parece que los demás no lo soportan tanto, siente miradas clavadas en su cuerpo, todos los años, cada vez que es convencido para ir a la playa, generalmente tentado por la idea de no morir de calor durante algunas horas.
Está vez, parece que la decisión de su madre de ir a la playa en hora punta va a pasarles bastante las factura; cada año hace más calor, así que las playas se llenan cada vez más, y es casi IMPOSIBLE moverse entre las toallas, ni siquiera la zona rocosa está libre de decenas de niños corriendo y lanzando arena a quienes intentan tomar el sol, y Joshua no esta dispuesto a soportar eso...por eso, ese pequeño bar de playa, pasando tan desapercibido, tan solitario, es un OASIS! No tiene que pensarlo mucho antes de tomar el dinero del bolso de su madre, dejando abandonado el resto ahí mismo, en la toalla, libre para ser robado — pero ese no es su problema, el se va a sentar a la sombra a comerse un helado mientras todos estos demás fracasados se empujan por un poco de agua salada, hah!
Es una pequeña estructura de madera, con sillas exteriores, todas vacías, probablemente porque la estructura es tan antigua que todos asumirán que está cerrado, pero nada escapa el ojo analítico de Josh!
— "Hey-- hola, ¿Que tenéis para beber? O comer. ¿Ambos?"
Lo escuchas decir, recibiendo tu primer cliente en todo el día, por fin teniendo que ejercer en tu pequeño trabajo de verano en este 'bar'.