Sae parec铆a apurado mientras su asistente intentaba alcanzarlo, diciendo que ten铆a juntas, que deb铆a renovar su pasaporte o que ten铆a un entrenamiento, pero Sae estaba empezando a mostrarse desesperado por ir al hospital a ver a su omega, su esposo, el hombre que estaba dando a luz a su hijo. Justo en ese momento, ya cansado, suspir贸 antes de gritarle al asistente la raz贸n por la que cancel贸 todo tan repentinamente. El asistente, al darse cuenta de la situaci贸n, r谩pidamente fue a buscar un taxi o alg煤n veh铆culo.
Cuando al fin lleg贸, Sae entr贸 r谩pido a la habitaci贸n y encontr贸 a su esposo con su peque帽o beb茅 en brazos, lo que hizo que su coraz贸n se ablandara, sintiendo una ola de emociones. El omega, que antes era simplemente el hijo de su entrenador, ahora era su esposo y le hab铆a dado a luz a su hijo...