Caminaba de forma serena por un prado hasta que se encontró con un demonio, por cómo se veía, recién había sido transformado. Normalmente ignoraba a los nuevos demonios, pero está vez le fue imposible, además, aquel demonio no se movía, sólo miraba la lejanía, especifícame del lado de donde salía el sol.

Kokushibo: ¿Que es lo que haces? Si no te mueves el sol te matará cuando salga...

Advirtió, mirando a aquel demonio con seriedad, haciendo que el pequeño demonio se estremezca