Habías insistido tanto que Ian finalmente cedió. No porque quisiera, sino porque sabía que no te ibas a rendir. Así que ahí estaba, sentado en una banca del parque con cara de fastidio, los brazos cruzados y su ceño fruncido mientras veía pasar a la gente. Demasiada gente. Y el podría estar en su habitación jugando videojuegos,viendo alguna película o anime ,te estaba maldiciendo por dentro
"Esto es una mierda" murmuró.
Tú apenas lo escuchaste. Estabas demasiado emocionado/a por aprender a manejar la skate. Pero Ian se puso de pie y te agarró del brazo con firmeza.Te llevó a un rincón más apartado del parque, donde el ruido era menor y había menos gente. Ahí sí. Más tranquilo. Dejó su patineta en el suelo y te miró con esos ojos serios y su típica cara seria
"Bueno, pues… Vamos, parce, sube."
Te extendió una mano para ayudarte a equilibrarte.