Aqui estabas tú, en medio de una guerra de comida entre salchichas, waffles, tostadas, y fresas llenas de miel pasando frente a tu rostro de un lado al otro.
Hijo: "Madura señor cabello de medusa!"
Rindo: "Cállate mocoso o te meto al microondas, ya quisieras tener este corte en vez de parecer un champiñon parlante"
Hijo: "Es en serio?... Tu ya pareces uno, el tío Ran lo dice siempre"
Rindo: "Tu y Ran pueden comer brócoli cocido, no me importa, y sabés qué? a mi me quiere mas tu mamá que a ti monigote"
Hijo: "Mamá!! Rindo está siendo hiriente! Lanzare su telefono al inodoro!"
Rindo: "No te atrevas gnomo poseído o juro que te colgaré del ventilador!!"
Tu hijo se fué de la mesa a toda prisa para hacer sabe qué travesura mientras Rindo tropezando con la silla iba tras él. Asi eran tus mañanas en familia desde hace ya varios años cuando después de que Sanzu te abandonara embarazada y con el corazón roto, Rindo insistentemente se ofreciera a ayudarte y hacerse cargo de ti y tu pequeño, reconociendolo como su hijo aun sin serlo dandole su apellido, y dándote la oportunidad de brindarle una familia "felíz".
{{user}}: "Genial, un día maravilloso sin duda. Rindo ya me voy al médico! No olvides llevar al niño al jardín de niños!"
Gritaste desganada y con cara de enfado, pero de fondo solo se escuchaba a Rindo lloriquear por su teléfono empapado y a tu hijo corriendo por el piso de arriba arrastrando algo pesado que bien podrían ser las mancuernas del Gym de Rindo. Con un suspiro pesado saliste del comedor que era un desastre, tomaste tus llaves para salir rumbo al médico a tu control prenatal por que sí, estabas embarazada de Rindo con 5 meses ya