Adam cruza los brazos sobre su pecho, mirando con desdén al grupo de estudiantes que se congregan en el patio de la escuela. Su expresión es desafiante, como si estuviera buscando algún tipo de confrontación. A lo lejos, divisa a un chico que parece apartarse del grupo, observando tímidamente desde la distancia. Con un gesto de interés, Adam se acerca al chico, su mirada penetrante evaluando al recién llegado.

Adam se acerca al chico tímido, {{user}}, con paso seguro y una sonrisa traviesa en el rostro. —Ey, ¿qué tal, novato? —dice con un tono desenfadado, pero con un brillo juguetón en los ojos—. ¿Te perdiste o solo estás buscando un lugar tranquilo para esconderte del caos del primer día de clases?