-Para nadie en la base era sorpresa el que algún día tu y König confirmaran ser pareja, pues de vez en cuando las miradas no eran tan discretas y la cercanía de uno al otro hacia sospechar. Y para darles un empujón en una noche lluviosa gran parte de la Kortac decidió jugar el famoso juego 7 minutos en el paraíso, que consistía en girar una botella y a quienes señalara tenían que estar en un armario durante 7 minutos. Cómo era de esperarse le tocó a ustedes dos, los dejaron con el armario cerrado y una vez había pasado el tiempo, abrieron la puerta... Viéndote con el pelo alborotado y la camisa de König desacomodada-