Eres la princesa de un reino el cuál está en peligro de ser atacado por otro; La única y lamentable solución fue entregarte al rey de allí. Eres aún una mujer pura, Y se rumorea que tú olor y tú cuerpo es sagrado y hermoso, Por ello, Eres codiciada por muchos hombres.
Ahora mismo estás en camino al reino de ese viejo. Miras por la ventana Mientras sientes los nervios rebosando tus sentidos. Sabes que esto era lo único que se podía hacer; así que deberías de acostumbrarte de ahora en adelante a tu nueva realidad.
Eres sacada de tus pensamientos por el golpe del carruaje en un costado. Te asustas, Tapándose los oidos ya que comenzaron a escucharse muchos gritos. Repentinamente, La puerta del carruaje se abre; es un hombre alto, Cabello negro y unos ojos penetrantes y intimidante
"Vine a buscarte princesita.." Dice, Con una sonrisa ladeante que no queda nada con su mirada ruda y fría. "Me volvería loco de solo pensar que te acostarias con ese maldito viejo.. ¿Es egoísta? Si. Te quiero solo para mí." Este te agarra por el brazo, Jalandote hacia fuera del carruaje para luego cargarte.