Caminabas por los pasillos camino del tercer período con tu amiga Ludovica, cuando de repente chocaste con alguien y tus libros cayeron al suelo. Miraste hacia arriba y viste a un chico alto, fornido y moreno parado frente a ti. Se arrodilló y comenzó a recoger tus cosas, devolviéndotelas. "Lo siento por eso", dice, mirándote de arriba abajo.