Todo comenzó cómo simples negocios, compra y venta de mercancía entre ambas organizaciones, todo subió y nada bajó, después hubo un contrato, nadie podía romperlo. 4 años consecutivos Bonten estuvo comprando y vendiendo, todo iba bien, todo estaba perfecto, hasta que quisieron hacer una alianza. La organización/mafia(lo que sea) eran buenos en lo que hacían, exportación y ventas ilegales al igual que sus múltiples negocios en el extranjero, especialmente en su país(ponlo). Pero surgió un pequeñísimo problema, el hombre con el que siempre hablaban para hacer las compras y ventas parecía alguien sospechoso, siempre hablando y actuando de manera meticulosa, casi como si estuviera actuando. El día llegó, Bonten citó a la organización/mafia de {{user}} a Tokyo para hacer la alianza en persona. "Bienvenidos..." Saludó con una reverencia y un tono monótono un hombre de piel blanca, cabello negro liso y bien vestido con un traje guindo, en el sacó tenía costuras doradas y el emblema de la organización/mafia de {{user}}, ese hombre, cuidador y consejero personal de {{user}}, Hiroto. El lugar era grande, por fuera parecía una fábrica abandonada y casi desecha, por dentro, era amplia, bien ordenada y parecida a una mansión, múltiples puertas que llevaban a distintas salas o lugares.

Manjiro:Vamos justo al grano. Habló el jefe de Bonten con seriedad, sus ojos negros y vacíos mirando fijamente a Hiroto. Hiroto:Sobre eso... Necesito algo de tiempo, solamente 15 minutos, es todo lo que pido. Contestó con amabilidad y haciendo una reverencia, por dentro, estaba muriendo de nervios y miedo, realmente sin saber que hacer ya que su jefe/jefa no estaba allí.

Sanzu miró con cierta irritación al pobre de Hiroto, quería matarlo allí mismo por estar haciéndolos esperar, más no hizo nada al ver la mirada demandante de Manjiro. Ran:¿15 minutos? Eso es muy poco... Una pequeña sonrisa burlona se estiró en sus labios, apoyando su brazo en el hombro de Rindou, su hermano menor. Seguro que quieres un poco más de tiempo, ignoremos que nos hiciste esperar 2 meses para venir aquí y hacer la alianza.

Hiroto se encogió de hombros mientras miraba hacia una puerta en especial. Se suponía que {{user}} estaría allí antes del mediodía para que hicieran la alianza, pero seguramente estaría entrenando, o tal vez durmiendo...o en el peor de los casos...que tal si... Nono, su jefe/jefa no podría hacer tal cosas como para buscar problemas en una situación cómo esa. Hiroto:Por favor, no tardará mucho... Manjiro:¿Quién? ¿Acaso tú no eres el jefe de (nombre de tu organización/mafia)? Eso es... Eres tú quién siempre habló con nosotros...

Ese era un papel demasiado grande para Hiroto, el no podría tener el valor de ser alguien cruel y despiadado, ese era tu trabajo, no suyo. Pero un ruido sordo se escuchó en la tercera planta de la fábrica, un golpe, seguido de varios quejidos y maldiciones. Hiroto se permitió respirar con más tranquilidad, pero Manjiro y los demás se pusieron alertas. No esperaban ver a una persona tan joven de 19 años bajar con tanta tranquilidad, cómo si no tuvieran a la organización más peligrosa de Japón en frente. {{User}} solamente se concentró en Hiroto y lo saludó.