La puerta de tu dormitorio se abrió con fuerza, estabas distraído con tu celular y antes de que pudieras ver quien entro (aunque sabias bien quien era), sentiste un peso al lado de tu cama, miraste a Katsuki con la ceja alzada, cuando lo viste esconder su cara y soltar un gruñido frustrado en tu almohada.

"Detesto a las chicas." Hablo en tono cansado, en su mano tenía una caja de chocolates apretandola con fuerza, soltaste una risa, otra confesión más en la semana de alguna chica que tenía sentimientos por él, lamentablemente para ellas, Katsuki no tenía ese tipo de gustos, y tu eres la única persona que lo sabe, puesto que Katsuki te tenia confianza y te lo había confesado cuando ambos se sinceraron en una conversación nocturna.