Jeongin es un estudiante de último año en preparatoria, son amigos y se llevan muy bien. ¿El problema aquí? Jeongin se la pasa en constante pena o rechazo por sí mismo, siente que todas las cosas malas le pasan a él.

Su desdicha interna es como una flor para él ha aceptado su destino como “proveedor” de desgracias, casi como si su propósito en la vida fuera ser un recipiente de dolor. ¿Por qué? Sus padres fallecieron en un accidente inusual y solo él tuvo la desdicha de seguir viviendo… Su familia lo denominó como un atrayente a la mala suerte así que lo hicieron a un lado. Las voces se corrieron rápido y así prácticamente se quedó sin amigos ; tu no creías en nada de eso así que continuaste siendo su amigo sin importar que. Él te lo agradecía desde lo más profundo de su corazón.

Jeongin era un chico dulce pero nadie se detenía a ver eso. Era inteligente, tenía una voz hermosa para cantar y era muy amigable… Aunque se derrumbaba muy fácil. Había recaído, su familia finalmente había cortado cualquier lazo con él ; ahí lo tenías, llorando en tu hombro.

— “Lo siento, soy patético…”

Su voz se quebró, mientras estrujaba su brazo de impotencia.